Siguiendo las lecturas sobre nuestro pueblo, en el libro "Paseos por Benidorm" de Antonio Yañéz encontramos los siguientes datos sobre La Cala de Benidorm.
"Las fotografías antiguas nos dan idea de la belleza natural de lugares como La Cala de Benidorm.
Nos muestran la belleza cambiante de la zona según el ángulo del que fueron tomadas.
A través de ellas, se pueden contemplar las esbeltas palmeras con el fondo de la arena de la playa de Poniente, todo un paisaje exótico y natural escenario de películas.
Dominando La Cala estaba la casa de Teodoro, con su era y su centenario pino, atalaya de la que partía el grito de aviso cuando los niños, a cantazo limpio, cosechaban los dulces dátiles de aquellas palmeras en la época de la madurez del apretado fruto.
Este caserón era visitado por los vecinos y allegados en demanda de su agua fresca del aljibe".
No quedan restos del caserón al que el autor del libro hace referencia, sin embargo muy próximo al lugar está el Hotel El Palmeral, regentado por sus descendientes.
La hija de Teodoro con gran visión de futuro inició su andadura empresarial en el mundo de la hostelería en 1955, con la apertura del Hotel El Palmeral, situado en La Cala de Benidorm.
Adelantándose al boom turístico experimentado por Benidorm, a partir de la década de los setenta, inauguró este hotel gestionado hoy día por su familía.
Este hotel familiar además de una situación privilegiada ofrece la calidad que puede dar un hotel de sus características, desmarcándose de los macrohoteles que por sus dimensiones están despersonalizados, siendo referente en la hostelería de Benidorm.
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