martes, 27 de julio de 2010

las corridas de toros

Conseguir ser demócratas ha sido un verdadero logro social, sin embargo se palpa en el ambiente que somos una joven democracia y a la mínima, hasta a los que enarbolan la bandera demócrata, se les ve el plumero.

Hay algunos que aunque de boquilla digan lo contrario en su fuero interno, por mucho que hayan despotricado de Franco, son los más dictadores.

El auténtico demócrata es tolerante con los planteamientos de los demás y los respeta, el dictador quiere que se haga su voluntad y que todo el mundo la cumpla.

Así que para que su dictadura sea perfecta y no haya ningún resquicio de democracia se sacan una ley de obligado cumplimiento.

Últimamente se suceden las prohibiciones de aspectos que afectan a la buena convivencia, los crucifijos en las aulas, ahora se habla de las corridas de toros y poco a poco la dictadura será de tal magnitud que no seremos dueños ni del dinero que ganamos.

Que los dictadores no se preocupen tanto de las corridas de toros y piensen más en evitar el aborto, en crear empleo y en resolver todos los problemas que tenemos.

No estoy a favor de las corridas de toros pero considero que una vida humana tiene más valor que un toro.

Todos los planteamientos son respetables quien quiera corridas que las pague y a quien no le guste que no vaya a verlas.

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