los semáforos

Siguiendo con mi estilo de hacer crítica constructiva, en lo que se refiere a escena urbana, me parece necesario hacer una observación sobre los semáforos.

Como si de una plaga se tratara, una cantidad innecesaria de semáforos están invadiéndonos.

Llenar la ciudad de semáforos me parece un gasto absurdo, aunque los hayan comprado en un OULET y que quien se encargue de estas gestiones haya hecho una buena compra.

El iluminado que lo haya dispuesto y distribuido por la ciudad se ha cubierto de gloria.

A Benidorm no sólo se le conocerá como la ciudad de los rascacielos sino también como la ciudad de los semáforos.

Los más llamativos, por lo céntricos que están, son los del final de la calle Ruzafa.

Paso varias veces al día por allí y por más que pienso no encuentro una justificación lógica a esta ubicación, si alguien conoce la razón que me haga un comentario para sacarme de dudas.