En el siglo XVI Benidorm continuaba con una escasa población.
El fenómeno tenía sus causas profundas no sólo en los conflictos bélicos. Los agricultores vivían sometidos al régimen señorial y estaban sometidos a entregar, en forma de derechos señoriales, una parte de lo que obtenían en la tierra.
Lo que les quedaba era insuficiente para sobrevivir debido a la escasa producción de la tierra. El endeudamiento y la pérdida o abandono de las tierras eran las alternativas más usuales.
La combinación de factores: peligro de las incursiones de los corsarios musulmanes; las exigencias señoriales y la baja rentabilidad de la tierra por la escasez de precipitaciones, explicaría la despoblación de Benidorm.
En la encuesta que mandó realizar el arzobispo de Valencia, en 1574, se hace referencia a que Benidorm sólo estaba habitada por pescadores en los meses de pesca.
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