La muerte cada día está presente en nuestras vidas. Continuamente los telediarios hablan de accidentes, agresiones, atentados... pero sólo tomamos conciencia de su magnitud cuando la vemos cercana, cuando le toca a alguien próximo.
Cuesta aceptar la separación... la ausencia y sobre todo si el afectado es alguien joven y cercano.
A lo largo de la vida la hemos visto pasar de cerca, familiares, allegados y conocidos, han sido llamados a la vida eterna.
Al nacer, lo más certero de nuestra existencia es la muerte.
Nacemos para morir, sabemos que tarde o temprano nos llegará la hora de decir adiós a esta vida terrenal, pero... cuesta dar el último adiós.
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