jueves, 27 de enero de 2011

objetivos incumplidos

Vivir día a día implica el cumplimiento de objetivos que se van trazando a lo largo de la vida, básicamente relacionados con el trabajo y con la familia.

Luego van apareciendo otros objetivos, que son cambiantes a lo largo de la vida y según la escala de valores de las personas, como por ejemplo... el que me he impuesto al escribir en este blog o quienes hacen obras sociales o colaboran con la parroquia dando catequesis o se van a jugar al bingo o al gimnasio... cada cual prioriza y elige, lo que considera más interesante y le satisface más, según su forma de entender la vida.

Todas las posturas son perfectamente respetables, todas tienen un objetivo, una meta a conseguir.

Para mi modo de entender la vida, el día a día es esfuerzo y lucha por conseguir lo que se anhela.

Entre mis objetivos diarios está el blog, por lo tanto, acabar el día sin haber podido escribir supone no haber conseguido el objetivo fijado y eso me fastidia, pero hay días en los que las actividades se multiplican de tal manera hasta el final del día, que me resulta imposible conseguir un ratito para poder escribir, a pesar de hacer un esfuerzo por conseguirlo.

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