Tradicionalmente se han hecho regalos en Navidad, sin embargo como crisis y regalos no son buenos compañeros deberíamos cambiar el chip a la hora de regalar estas navidades.
La austeridad debe estar presente en estas fiestas navideñas y transformar los regalos en: horas de dedicación a las personas queridas; cajas llenas de besos; cartas contando lo que las prisas no te permiten decir; escuchar; compartir... en definitiva... en dedicar tiempo... nuestro valioso tiempo... a quienes queremos.
Y si nos lo podemos permitir pensemos en los demás, en todos aquellos en que estás fechas tan entrañables no tendrán nada, sólo lo que Cáritas les pueda dar y lo más triste y preocupante es que el próximo año no será mejor.
¿Serán austeros los políticos (que son muy espléndidos gastando el dinero público) haciendo regalos este año?
Mejor que no hagan regalos y que administren bien el dinero.
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