jueves, 10 de febrero de 2011

la brevedad del tiempo

Siento no poder escribir con la frecuencia habitual pero el proyecto que tengo entre manos me absorbe de tal manera que mi jornada laboral es interminable, empieza a las 7´30 y hay días que a las 24 h no he acabado y ya no tengo la energía suficiente para empezar a escribir.

Si los días tuvieran más horas podría escribir pero el tiempo pasa rapidísimo, se esfuma sin que nos demos cuenta.

Los días se suceden a una velocidad que no se puede hacer todo lo previsto.

Hoy me permito estas líneas porque he conseguido acabar antes. ¡Qué lujo!

A pesar de todo, prefiero tener trabajo a estar ociosa. Cuando me encuentro agotada, pienso en la cantidad de gente que no tiene trabajo y esto me da ánimos para seguir.

No puedo desfallecer. Ya tendré tiempo de descansar cuando sea vieja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario