Volvamos otra vez al hotel.
El mes de febrero del 2011 será difícil de olvidar, sobre todo los fines de semana.
Además de estar lleno en este orden: murcianos ( fue el grupo peor, lo recordamos con horror); futbolistas de Lérida ; ciclistas de Castalla y otra vez futbolistas (estos tres grupos fueron fantásticos sobre todo el de Castalla), se fue la luz muchisimas veces y saltó la alarma contraincendios en alguna ocasión, sin saber muy bien cómo actuar.
Todo complicado y nuevo.
Un comienzo en el que todos tuvimos una dura prueba de fuego.
Tener claro cuál era nuestro objetivo y la capacidad de hacer lo que cada uno podía y un poco más, formando un equipo compacto y unido nos ayudó a superar todas las dificultades saliendo reforzados y airosos de ca una de ellas.
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